Como vestirse para ir de caza

Como vestirse para ir de caza

Guía práctica del vestuario que debemos llevar para nuestros días de caza

GUÍA PRÁCTICA SOBRE EL VESTUARIO DE CAZA

Se acerca la temporada de caza y estás pensando en qué piezas de ropa del armario vas a necesitar para poder salir de caza. En este artículo vamos a intentar esclarecer todas las dudas de aquellos cazadores que dudan con qué tipo de vestuario llevar para cada ocasión.

Primero de todo, deberemos identificar en qué zonas iremos a cazar y si vamos a realizar una caza activa con largas caminatas o más bien una jornada de caza más estática. Deberemos partir de la misma base que el principio de cualquier actividad al campo, las famosas 3 capas.

El principio fundamental de las 3 capas es que nos permite ir adaptando nuestra protección en función de las condiciones climáticas y de temperatura incluso aunque estas sean variantes. Cómo siempre, la clave en el monte es permanecer seco, cómodo, evitar el viento y a una temperatura confortable.

PRIMERA CAPA

La primera capa, como su nombre indica, es la primera prenda que nos colocaremos. Es una prenda que entra en contacto directo con nuestro cuerpo con lo que debe ser de una calidad importante ya que es fundamental como elemento regulador de la temperatura corporal y la transpirabilidad. Las primeras capas siempre serán prendas ligeras, arrapadas al cuerpo y fabricadas a menudo con materiales naturales como la lana o sintéticos como el poliéster o polipropileno.

Los materiales sintéticos son ligeros y resistentes, además que son capaces de absorber gran cantidad de humedad corporal sin que esto se note en nuestro cuerpo.

No es recomendable usar camisetas de algodón ya que éstas retienen mucho la humedad corporal y el sudor y cuestan más de secar con lo que la humedad si estamos en bajas temperatura puede aumentar considerablemente la sensación de frío.

La lana merino, igualmente absorba la transpiración en sus fibras, y puede absorber hasta 35% de su propio peso sin que uno se sienta húmedo o sin que se pierda su capacidad aislante. La lana no huele, incluso después usos prolongados.

Estas prendas deben ser muy ajustadas para mantener el calor corporal, y a la vez ser elásticas para conseguir una buena libertad de movimientos.

Las primeras capas las podemos encontrar:

- Primera capa de torso: pieza fundamental que debemos llevar siempre con nosotros, ya sea de manga corta o manga larga

- Primera capa de piernas: opcionalmente en función de las condiciones climáticas las podremos llevar debajo del pantalón. Siempre se pierde menos temperatura por las piernas que por el torso con lo que no es un elemento indispensable a tener en cuenta.

SEGUNDA CAPA

La segunda capa, será la prenda responsable de aportar calor al cuerpo y regular las necesidades caloríficas según las condiciones climáticas. Entre las segundas capas tenemos multitud de posibilidades a escoger que adaptaremos en función de las condiciones meteorológicas ambientales.

- Forros polares: son las prendas más tradicionales usadas desde hace años como segunda capa para aportar calor gracias a su gran relación calor/peso. Ahora mismo tenemos los polares clásicos en múltiples gramajes (100, 200, 300, ...), micropolares de menor grosor y más comodidad y ergonomía o los conocidos como polares activos Powerstretch que se usan como elementos calefactor para actividad dinámica gracias a su gran elasticidad y comodidad.

- Chaquetas de relleno: son las chaquetas que gracias a su relleno interior (sintético, plumas) ofrece un buen aislamiento térmico y con un gran poder de compresión y mínimo volumen en la mochila junto con su peso reducido. Sin embargo, son prendas delicadas y con baja impermeabilidad.

- Softshell: membranas cortavientos y aislantes térmicas con una gran resistencia al desgarro, además de disponer de una ligera protección contra la humedad exterior, lluvia ligera... Se puede considerar entre una segunda y tercera capa dependiendo de las condiciones climatológicas de nuestra zona.

TERCERA CAPA

La última capa que llevaremos, básicamente será aquella que nos aportará protección contra los factores climáticos externos como la lluvia, viento, humedad, nieve entre otros y que éstos puedan entrar en nuestro interior. Se trata de prendas fabricadas en membranas impermeables y transpirables. 

Entre las prendas de tercera capa encontramos varios tipos, a destacar:

- Chaqueta tipo Hardshell: generalmente fabricadas en membranas impermeables que dependiendo de la actividad y protección ofrecerá más o menos impermeabilidad así como diferentes pesos y resistencia.

- Chaqueta softshell: también usada como segunda capa, son membranas cortavientos de gran resistencia al desgarro y con propiedades aislantes térmicas. Además disponen de una ligera protección contra la lluvia ligera y la humedad ambiente.

- Chaqueta Hybrid: chaquetas que combinan las partes más expuestas con membranas tipo hardshell mientras que en las zonas menos expuestas se usa softshell para mayor comodidad.

Es muy importante tener en cuenta que hay prendas y materiales que tienen composiciones especiales para minimizar el ruido del roce de la misma para aquellos cazadores que no quieren ser detectados en el bosque o campo abierto.

Combinaciones según climatología

- Frío y climatología adversa: llevaremos 1a, 2a y 3a capa

- Frío moderado y climatología adversa: 1a y 3a capa

- Frío y climatología favorable: 1a y 2a capa

- Clima temperado y favorable: 1a capa

Es importante disponer de todas las prendas en nuestra mochila ya que muchas veces la climatología puede ser cambiante de forma que podamos adaptarnos a cada situación y así tener el máximo confort en nuestro día de caza.

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